Cirugía plástica de senos: ¿implantes o grasa propia?
Cirugía plástica de senos: ¿implantes o grasa propia?
La cirugía plástica de senos ha sido un campo en constante evolución que ha cambiado drásticamente desde sus inicios en la década de 1970 hasta la actualidad.
El contorno de los senos ha sido fundamental en la percepción de la feminidad y ha servido de inspiración a diferentes artistas. Esta importancia ha impulsado la búsqueda continua de métodos para aumentar y mejorar la apariencia de los senos, desde opciones rudimentarias hasta las soluciones sofisticadas de hoy en día que incluyen implantes o grasa propia.
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Evolución de los Implantes para la cirugía plástica de senos
En sus inicios, los intentos para aumentar los senos eran poco convencionales e incluso peligrosos, utilizando materiales como bolas de cera o lana. Fue solo hasta finales de los años 70 cuando se descubrió la silicona, un material revolucionario que permitió la creación de los primeros implantes de senos seguros.
Los primeros implantes eran simples bolsas de silicona rellenas que se desarrollaron casi por accidente, cuando un residente de medicina manipuló una bolsa de silicona caliente destinada para una transfusión de sangre. Este evento fortuito llevó al desarrollo de los implantes de senos que hoy en día conocemos.
Con el tiempo, estos implantes han evolucionado significativamente. Originalmente rellenos de silicona líquida, los implantes modernos utilizan un gel cohesivo que es más seguro y menos propenso a filtraciones. Además, las capas de silicona que cubren los implantes han mejorado, aumentando su durabilidad y seguridad.
Seguridad y consideraciones en la cirugía plástica de senos
Uno de los mayores avances en la cirugía plástica de senos ha sido la mejora en la seguridad de los implantes. Los implantes de gel cohesivo actuales no solo son más seguros, sino que también mantienen una apariencia y sensación más natural en comparación con los implantes antiguos.
Aunque existe la posibilidad de complicaciones como la contractura capsular, los implantes modernos están diseñados para minimizar estos riesgos. La contractura capsular es una cicatrización anormal alrededor del implante que lo hace sentir duro.
En cuanto a la colocación del implante, es crucial considerar la ubicación exacta en el cuerpo. Los implantes pueden colocarse detrás del músculo pectoral, detrás de la fascia (una capa delgada que cubre el músculo) o directamente detrás de la glándula mamaria. Colocarlos detrás del músculo suele ser la opción preferida, ya que ofrece mayor protección al implante y mejores resultados a largo plazo.
Implantes vs. grasa propia: ¿Cuál es mejor para una cirugía plástica de senos?
Una alternativa a los implantes de silicona es el uso de grasa propia para aumentar los senos. Este método utiliza la propia grasa del paciente, que se extrae de otra parte del cuerpo y se injerta en los senos. Este procedimiento es atractivo por ser más natural.
Pero ¿es realmente efectivo?
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