Desde muy joven, Diana no se sentía completamente cómoda con su cuerpo. El aspecto de su abdomen y el tamaño de sus senos le generaban inseguridad. Tras meditarlo por un tiempo, tomó la decisión de agendar su cita.
Hoy, tres meses después de su procedimiento, Diana comparte su experiencia: se siente feliz, segura y agradecida. Ha tenido una recuperación tranquila y los resultados han superado sus expectativas. Finalmente, se siente en armonía con su cuerpo y más confiada que nunca.