Ada Orozco

31
Jul 2025

Ada llevaba casi 10 años sintiéndose desconectada de su reflejo. Al mirarse al espejo o tomarse una foto, no reconocía a la mujer que veía: su rostro había cambiado y con ello, también su seguridad.

Después de pensarlo mucho, Ada decidió volver a visitarnos. Ya había confiado en nuestras manos para un procedimiento anterior y sabía que aquí podía reencontrarse con esa versión de sí misma que tanto extrañaba.

Hoy, después su rejuvenecimiento facial, Ada se siente feliz, renovada y segura. Volvió a verse al espejo, volvió a sentirse ella. Y así, con una sonrisa en el rostro y el corazón contento, regresa a su país de origen, conectada nuevamente con quien realmente es.